Por Guido Encina
No es un chiste de #RuloEspinola aunque bien podría serlo. Se trata de una modalidad de ciudadanos encarnacenos que “te hacen la gauchada” para que no esperes tanto recostado en las calles de en su país, mientras avanza lentamente una fila enorme de vehículos que están en la misma.
“Tu limpia parabrisas está gastado, te vendo este barato”, me sugirió un hombre al asecho. “Vas a tardar como tres horas hasta llegar del otro lado. Subime y te adelanto”, siguió. Miré el reloj de mi celular que ya tenía una hora atrasada y lo pensé. Pero, no. De todos modos, le pregunté cómo hacían y, si bien se negó a contestar, me contó de la oferta: “Antes estaba 10 mil, pero a vos te hago a 8 mil porque tenes cara de apurado”, sonrió y completó con: “Vas hasta el final del puente. Llegas temprano a tu casa”.

Estaba apurado, había una larga procesión de coches, en su mayoría con patentes paraguayos y con pretensiones claras: abaratar costos. La nafta en Posadas está casi un 50% menos que en Encarnación, donde las estaciones de servicio están cada vez más vacías. En algunos locales comerciales ya se escucha ese acento característico y los cambistas en la denominada Perla del Sur hacen negocios de Guaraníes a Pesos para un paseo completo en nuestra ciudad.

“Dos horas mas o menos”, me contestó una trabajadora de Migraciones que tenía la data de como venía la espera. Claro, no contemplé que ya las filas se hacen “del otro lado” y no más en el Puente Internacional protagonista en el spot de campaña “Menem lo hizo” a fines del siglo pasado. Me tomé la cabeza. Respiré profundo y acá estoy. Escribiendo estas líneas con el fin de contarles que me pareció mucho ocho lucas por no esperar esas dos horitas que pasan más rápido con un tere y una buena chipa a rosca.



