Una maestra de modales japonesa nos da algunos consejos que podrían servirte en tu próxima cita.
Estás en una primera cita. Se ríen, la conversación fluye y sientes nervios, de los que son buenos. Cuando llega el momento de pedir algo de comer, eliges un sándwich, y es hasta después que te das cuenta de que esa elección podría llevarte a una situación poco decorosa en cuanto a la etiqueta del buen comer. Efectivamente, cuando llega la comida, los ingredientes de tu sándwich se desbordan por cada orilla.
Con vacilación le das una mordida, pero la suerte no está de tu lado y una rebanada de aguacate resbala por un costado. Los tomates y las hojas de lechuga caen después; has perdido todo el control de la situación y desearías mejor haber pedido una lasaña.
Para evitar este tipo de momentos incómodos, la maestra de modales japonesa Emi Sunai instruye a sus alumnos sobre cómo comer de forma decorosa. Según nos dijo, a medida que Japón parece estar cada vez más cerca de levantar su estado de emergencia, más personas se han estado inscribiendo en sus clases, con el deseo de salir a comer a los restaurantes y mostrar sus nuevas habilidades.
La mayoría de sus alumnos, entre las edades de 20 y 70 años, son mujeres que buscan mejorar su desempeño en situaciones sociales. Los sándwiches, dijo, entre otros alimentos igual de desastrosos, son solo un vehículo para demostrar tu elegancia.
“La gente piensa que comer los sándwiches de manera horizontal es la mejor opción, pero en realidad lo que recomiendo es ponerlos en posición vertical. De esta manera, no es necesario que des una gran mordida y es menos probable que los ingredientes se caigan, lo que significa que podrás comer con más gracia”, le dijo a VICE.
La etiqueta japonesa es amplia y multifacética. Hay gestos sociales para los diferentes ámbitos de la vida, desde comer o interactuar con otros en el ámbito laboral, hasta gestos o rituales específicos para los deportes o las artes.
En el tradicional arte marcial japonés del karate, uno debe inclinarse en un ángulo de 45 grados al entrar y salir del tatami. En el chado, el arte del té, quienes reciben el té deben girar la taza dos veces en el sentido de las manecillas del reloj para evitar beber del mejor lado, como señal de modestia.
Sunai, quien escribió un libro que ha sido un gran éxito de ventas titulado “Lo que sólo sabe la gente bien educada”, ha obtenido un gran número de seguidores en un momento en que la gente pasa la mayor parte de su tiempo en casa. Aunque ha desarrollado una clientela constante a lo largo de los años, el lanzamiento de su libro coincidió con la pandemia y esto la ha llevado a varias apariciones en televisión.
La base de la etiqueta es el respeto por los demás, así como también la forma de tus movimientos, dijo Sunai. Al tomarte el tiempo para destacar cada movimiento, más respeto les demuestras a los demás.
“Por ejemplo, al quitarte los zapatos cortésmente antes de entrar a una casa japonesa, puedes quitártelos, entrar a la habitación y luego agacharte para girar los zapatos de modo que miren hacia la puerta. Esto puede parecer tedioso o una pérdida de tiempo, pero la otra persona sabrá cuánto la respetas”, dijo Sunai.
La etiqueta del buen comer, la cual dijo que es una de las formas más importantes de dominar la elegancia, ocupa aproximadamente una quinta parte de su libro.
“Para algunos japoneses hay pequeños detalles que resultan vergonzosos. Entonces, lo que recomiendo es envolver tu comida en papel para evitar que otras personas la vean. Es mejor para ti y para tu cita que no te vea abrir ampliamente la boca para darle una mordida a tu sándwich, o que no vea las marcas de tus mordidas”, dijo.
Comer un sándwich con gracia aparentemente es una habilidad transferible.
También se pueden comer con gracia las hamburguesas, los dorayakis (dos bizcochos redondos, parecidos a los hotcakes, rellenos de una pasta de judías dulces), las rebanadas de pizza y otros alimentos de gran volumen. En el caso de la hamburguesa, Sunai recomienda cortarla por la mitad y luego (adivinaste) ponerla en posición vertical para asegurarte de que los ingredientes no se caigan.
“Si una hamburguesa es verdaderamente grande, algo que también me gusta hacer es darle un mordisco en la base y luego en la parte superior. Como si la estuvieras dividiendo en dos niveles. De esa manera, cada bocado es aún más pequeño y limpio”
Con la práctica constante de la etiqueta social, Sunai dijo que podemos ganar confianza.
“Mis estudiantes me han dicho que después de aprender estos modales, sienten que pueden ir a cualquier lugar elegante o de alta gama sin sentirse avergonzados. Hacen la vida más divertida. Ya no tienes que preocuparte por lo que debes hacer en determinadas situaciones sociales. Y también obtienes un mejor servicio, ya que te ven como un mejor cliente”
Aunque algunos lectores dieron fe de las innumerables puertas que los buenos modales les han abierto, otros sienten que tener que aprender estas reglas para encajar en la alta sociedad promueve el clasismo.
“Quiero aprender modales porque cuando los dominas, te hacen sentir bien. Pero no me gusta pensar que de alguna manera está mal no conocer la etiqueta correcta”
“Hacer algo simplemente porque te preocupa lo que otras personas puedan pensar o ver, eso me decepciona… El entorno familiar en el que creciste no importa. Hay gente maravillosa que no fue ‘bien educada’”, dice otra reseña.
Sunai dijo que es importante tener en cuenta que la buena etiqueta es simplemente una herramienta y, al final del día, lo principal es pasarla bien y respetar a los demás.
“Cuando comes gurume BQ (comida gourmet clase B), no importa si tu manera de comer no es bonita. Simplemente debes poder comer tus fideos como te plazca”
“Hay un tiempo y un lugar para la etiqueta social, pero si la aprendes, podrás asistir a cualquier evento social con más confianza. Sobre todo, debes respetar a los demás y no causar molestias”.
Fuente: https://www.vice.com/