Tras la aprobación del decreto nacional para la regulación del autocultivo del cannabis medicinal, Marcos Chigal, abogado integrante de RESET -Política de Drogas y Derechos Humanos- habló con Al Diome sobre la nueva norma.
Con respecto a la incidencia positiva del decreto en la provincia, Chigal señaló que “lo único que hace este decreto es quitar de la clandestinidad a estas personas que estaban en la ilegalidad absoluta haciendo algo que lo único que hacía era mejorar su calidad de vida”.
“La persona que objetivamente lleva adelante esa conducta, sembrar, guardar semillas objetivamente va a ser perseguida y después en un proceso penal se verá qué es lo que quiso hacer con eso” expresó el letrado al referirse al paradigma anterior.
“La acción de cultivar, de sembrar, de tener semillas para elaborar estupefacientes está penada por la ley”, ya que “el cannabis es un estupefaciente según el Estado argentino” explicó Chigal. Además esa acción de cultivar para la producción y elaboración de estupefacientes tiene una pena de “4 a 15 años” e incluso “es más grave que el delito de violación”.
Sin embargo, ahora con el nuevo decreto “su conducta no está enmarcada dentro de la ley penal” pero advirtió que con esto “no cambió la ley” sino “que cambió la reglamentación”.
Así que “las personas tienen la posibilidad de inscribirse en un Registro para poder obtener una habilitación para poder cultivar en sus casas con esta finalidad” y “ya no van a poder ser perseguidas. Todo el paradigma cambia”. Asimismo, según el activista esto pone en foco a “las personas y las necesidades personales”.