La propuesta mundial invita a todos a pasar 31 días sin utilizar ni consumir plásticos de un solo uso. ¿Te sumás?
La campaña global #JulioSinPlástico invita a los ciudadanos de todo el mundo a pasar 31 días sin utilizar ni consumir plásticos de un solo uso, con el objetivo de reducir su consumo. La iniciativa fue creada en 2011 en Australia por Rebecca Prince-Ruiz, una ecologista que tras visitar una planta de reciclaje se dio cuenta de la gravedad de la problemática de los residuos.
Los plásticos son materiales constituidos por una variedad de compuestos orgánicos, sintéticos o semisintéticos, que tienen dos características: son maleables y moldeables, y su producción es de muy bajo costo. Por lo general se utilizan para la producción de botellas para bebidas, envases de detergente y productos de limpieza o aseo personal, bolsas y envoltorios. A través de su reciclado se obtiene materia prima para volver a fabricar los mismos productos u otros de menor calidad.
Evitar el plástico en esta sociedad muchas veces parece imposible y acá es donde entra la responsabilidad individual. Por ejemplo, el teclado de la computadora, los cables y hasta algunos electrodomésticos, son de plástico. Estos son objetos que compramos ocasionalmente y para un uso muy prolongado.
El problema aparece cuando usamos los “plásticos de un solo uso” que son productos hechos de este material que se usan una vez (o ni siquiera) y los tiramos: los envoltorios y envases de plástico, utensilios como vasos, platos y cubiertos, bolsas de plástico, entre otros.
Este material resulta una solución práctica, de bajo costo y muy eficiente en muchos ámbitos. En la medicina, el plástico es capaz de salvar vidas pero los objetos de plástico desechables que no se reciclan, tienen un impacto negativo enorme en el ambiente.
Entonces, ¿plástico sí o plástico no? Depende. El plástico es una solución muy eficiente en varios ámbitos de la vida. La clave, para tomar decisiones que resulten más sostenibles, es dejar de lado la utilización de plásticos descartables de un solo uso como los vasos, cucharas, sorbetes, el packaging innecesario de productos y regalos, etc.
Algo que podemos implementar para evitar este tipo de plásticos, es armar nuestro propio set de esos mismos productos (o de uso similar) pero reutilizables, que reemplacen a los de un solo uso. Por ejemplo, podés empezar por usar una botella reutilizable, ya sea de vidrio, metal o incluso plástico.
Sumate a este desafío durante un día, una semana, o todo el mes. Cada uno a su ritmo. Lo importante es notar el impacto que cada decisión que tomamos tiene sobre el planeta y lo acostumbrados que estamos a desechar plásticos.