LAS OBRAS MÁS EMBLEMÁTICAS DEL GENIAL PINTOR NEERLANDÉS SE PODRÁN APRECIAR COMO NUNCA ANTES EN LA ARGENTINA CUANDO SE INAUGURE, EL MIÉRCOLES 16 DE FEBRERO.
Hay expectativa y ansiedad por adentrarse en este tipo de exposiciones –ninguna del estilo se ha visto antes en el país–: son 200 obras en total del pintor neerlandés Vincent van Gogh (1853-1890), desmenuzadas en más de 3.000 imágenes que se verán en simultáneo, en formato de gran tamaño gracias a 48 proyectores de video láser de alta definición sobre las paredes, el suelo y los lienzos de ocho metros de altura distribuidos en el predio de mil metros cuadrados.
Pero aunque los números hablen por sí solos, los cálculos y las cuentas son lo primero que el visitante dejará a un lado y olvidará una vez que cruce la puerta de acceso a la exhibición. Porque “Imagine Van Gogh” es una muestra que invita a sentir, que potencia los sentidos, que deja de lado lo racional para poner en primer plano lo emocional. Hay que pensar en cada obra de Van Gogh como una pantalla de cine, inmensa, en un espacio casi a oscuras, una danza coreografiada de imágenes, más la música clásica envolvente que sale desde los parlantes. La tecnología de esta muestra en particular se llama Imagen total y nació en Francia, allí donde el artista pintó muchos de sus paisajes.
Tecnología inmersiva, la clave
Hay no menos de 50 exposiciones inmersivas de Van Gogh itinerando por el mundo, pero es la primera vez que una de ellas llega a la Argentina. ¿Y por qué tantas? Hay varias razones para esto, pero además de que las obras de Vincent Willem van Gogh han pasado a dominio público y forman parte del patrimonio cultural común, era un apasionado de pintar paisajes, de analizar los colores, de razonar las paletas cromáticas.
Así, “Imagine Van Gogh” permite, gracias a la tecnología, adentrarse literalmente en La noche estrellada, una pequeña pintura que alberga actualmente la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York, de 70 centímetros de alto. Tan sólo un ejemplo de los múltiples paisajes que el atormentado artista pintó a lo largo de su vida.
La muestra que el productor Daniel Grinbank decidió traer a la Argentina fue presentada por primera vez en La Cathédrale d’Images, en Francia, en 2008. Desde entonces, no detiene su marcha alrededor del mundo. El arte inmersivo explora las emociones, los mecanismos de la percepción y los estados de la conciencia en un entorno transformado, distinto del que acostumbramos. En la era de las redes sociales y del “yo estuve ahí”, pareciera ser la combinación perfecta de una story o un feed.
