El reconocido acordeonista llega este viernes a Casino Magic con una nueva propuesta en donde invita al diálogo.
Partiendo del chamamé y abrazado a su acordeón, el Chango Spasiuk se presentará este viernes a las 21 en Casino Magic (Planas 4005). En esta visita y reencuentro con su gente, el acordeonista pondrá en escena Música y Palabras: una nueva y atípica propuesta en donde se da el gusto de recorrer su música y se permite dialogar con el público.
“Viene de una necesidad de pensar en voz alta y de reflexionar colectivamente”, sentencia el artista previo al espectáculo. “De alguna manera como que hay un intento de reflexión. Por más que hable yo, es un ejercicio de interpelarnos entre todos en este momento”, destacó el músico, que ya tiene casi listo Eiké, su nueva placa que saldrá en marzo del próximo año.
Música y Palabras es la propuesta que traés a Casino Magic. ¿Cómo podrías definir el espectáculo?
Lo veo más como una propuesta estética y artística que como un espectáculo. Es un concierto en trío junto al maestro Marco Villalba (percusión y guitarra) y Matías Martino en piano más los acordeones. Pasaremos por diferentes momentos de mi música, pero el mapa del concierto se termina de definir con la gente. Hay como una regla de juego donde está abierta la interacción de hablar y detallar cómo fue compuesto algún tema o cuestiones que tienen que ver con la tradición sobre la música que hago. Eso es lo que termina de definir la dinámica y mapa del concierto.
Tratándose de un show del Chango, es bastante atípico que eso suceda.
(Risas) Viene de una necesidad de pensar en voz alta y de reflexionar colectivamente. Una vez alguien del público me hizo una devolución en las redes y dijo: “Quien cuenta la historia de un hombre cuenta la historia de todos los hombres”. De alguna manera como que hay un intento de reflexión. Por más que hable yo, es un ejercicio de interpelarnos entre todos en este momento. No de discutir sino de pensar, usar la música como un ejercicio de pensar y una herramienta para salir de la discusión mediocre. Creo que hacemos el intento y es bello el intercambio, la dinámica e interés común en pensar en cuestiones de la cultura argentina: sobre el chamamé, sus ritmos, composición. Tiro diferentes puntas y después vamos viendo cómo se termina de reflexionar sobre todo eso.
¿Qué has notado en el público en cuanto a ese intercambio directo?
Hay mucho interés porque no es solo un concierto de entretenimiento. Es algo más. Y ese algo más se llena de un rico contenido.
Hay muchas ciudades a las que siempre termino llevando los proyectos que desarrollo y Neuquén es una de esas ciudades porque siempre ha sido muy receptiva a mis proyectos.

Los artistas fueron uno de los más golpeados durante la pandemia. ¿Cómo atravesaste esa etapa (sin poder tocar, trabajar) y qué te replanteaste?
Muchísimo. Fue de una gran vulnerabilidad y fragilidad. Ahora está bueno poder salir y poner un poco el oficio. Hacer tu trabajo que es algo muy esperanzador y necesario. La pasé como todo el mundo, pero siempre hay alguien que la pasa peor que uno. Entonces trato de quejarme lo menos posible. A veces uno cree que está mal y cuando mira alrededor, pone en valor algunos aspectos: el cuerpo sano o poder levantarte y desarrollar tu día. Puede sonar naif, pero para mí las cosas importantes de la vida pasan por esos aspectos.https://www.youtube.com/embed/6qAQz6zbLzI?feature=oembed
Pertenecés a una generación que siempre fue al estudio de grabación. ¿Cómo te resultó la experiencia de grabar en tu propia casa?
Sucedió en mayo del año pasado y antes de fin de año vamos a lanzar el primer single. Para nosotros grabar era ir al estudio ION con el Portugués Da Silva Da Silva (histórico sonidista). No era una computadora y un par de micrófonos en el living de tu casa. Para nosotros era ensayar y trabajar en un estudio. De golpe fue todo un desafío aprender y estoy feliz de la experiencia por el ejercicio de ser empujado y ponerme a trabajar.
Por otro lado, hubo esa necesidad de conectar con el otro porque soy una persona que ejercita mucho la conexión con otros artistas de otras tradiciones. Y creo que lo profundicé más. Siempre que he estirado una mano encuentro otra del otro lado con la misma necesidad de diálogo y corazones abiertos. Desde Senegal, Noruega, España, Brasil u otras provincias de la Argentina. Estoy muy contento por el proyecto (por su disco nuevo), compartirlo y ya estoy en el final de ese proceso.
¿Cómo sucedió la convocatoria de músicos de todo el mundo (Marruecos, Francia, Noruega, Estados Unidos, Brasil)?
Siempre tengo algo de mucha curiosidad de cómo puede sonar mi chamamé “Tristeza” con un laúd árabe (instrumento de cuerda). Es ver hasta dónde estéticamente podés estirar tu tradición. Y no es porque no me gusta cómo suena. Lo tomo como un desafío, aunque después el centro de mi gravedad sea volver a mi ensamble. Ese desafío es encontrar un punto de diálogo con alguien que desconoce toda tu tradición.
El disco se llamará Eiké. ¿Cuál sería el concepto?
Es una palabra muy antigua del guaraní que quiere decir “entrar en el alma del otro”. Alma como si fuese una casa y una casa como si fuese su propia alma. Es un juego de palabras muy bello porque es entrar en la intimidad del otro y de alguna manera es un diálogo de corazones abiertos. Esa es la esencia del disco. Un diálogo con los primeros artistas convocados con los cuales nos conectamos. Y a su vez es un diálogo con quien lo recibe. El arte y la música son un espacio maravilloso de encuentro.https://www.youtube.com/embed/4p2GrUNh1oQ?feature=oembed
¿Cuanto tiene que ver Eiké con esto de abrirte en escena?
No sé si hay tanto de ese concepto en la propuesta que llevo. Tampoco puedo hablar de muchas cosas (personales). Es hablar de música, arte. Se hablan tantas pelotudeces en la tele, se subestima tanto a la gente y es tan pobre el diálogo, que al menos hay un grupo humano que quiere otra cosa. Hay gente con mucha cultura y conocimiento que nos escucha y no se le puede estar dando pelotudeces. Ya pasaron los 90 y estamos en otro momento del mundo. Reaccionemos, respetémonos y tengamos al otro como una persona que quiere algo más. Apunto a esas personas porque quiero que me traten de la misma manera.
Somos un país de Julio Cortázar, Astor Piazzolla, Yupanqui, Ginastera, Pizarnik, Ariel Ramírez, Favaloro. Miremos sobre las tumbas gloriosas sobre las que estamos parados. De alguna manera, un espacio de música también es un espacio de reflexión, de refinamiento, en donde pensamos la historia que nos atraviesa. Por lo menos es un intento, anhelo, después si se concreta o no, igual uno lo intenta. Eso es Música y Palabras de alguna manera.
En canal Encuentro estuviste con Pequeños Universos y ahora está en la TV Pública con Estudio 1 junto a Hilda Lizarazu. ¿Qué destacás de este nuevo espacio?
Para mí volvió la música a la tele de aire porque no había programas de música. Hay pequeños lugares en donde pasás y tocás un poco. Pero no hay eso que hacía Badía. La TV Pública creó Estudio 1, que se realiza en el estudio más grande del canal que tiene 40 años historia y en donde pasaron todos los grandes artistas argentinos. El programa trata de retomar esa tradición. Que aparezca el emergente y el consagrado. Estoy muy contento de ser un pequeño engranaje junto a Hilda Lizarazu, con quien conducimos el ciclo.https://www.youtube.com/embed/B0OXMavg0UQ?feature=oembed
En el programa te diste el gusto de tocar con Eruca Sativa, Ráfaga, algo que años atrás hubiese parecido imposible.
Con algunos no aguanto no tocar porque no soy conductor, soy músico. Yo hago el intento porque me dedico a la música. No es un disco. Con la mayoría con los que toqué nunca ensayé y es una creación espontánea lo que sucede en ese momento. También es romper con esos prejuicios de los géneros. Es música popular y es tratar de dialogar. El sentarse a tocar con el otro (músico) es respetar el mundo de ese otro.
Hace varios años que Neuquén se ha convertido en una plaza fija. ¿Qué significa para vos esta ciudad?
En pocas palabras, siempre es una alegría volver a Neuquén. El chamamé es algo que atraviesa la cultura argentina de punta a punta. Vaya Neuquén si tiene que ver con el chamamé por la cantidad de gente que toca el acordeón y esa música. Es algo que habla de todos nosotros. Neuquén es una ciudad maravillosa y hoy los espacios por la apertura están colapsados, pero no quería que termine el año sin visarlo. Me genera mucho respeto compartir lo que hago con los neuquinos.