No caben dudas que el idioma español es uno de los más ricos del mundo. Sin embargo, esto puede provocar algunos predicamentos a la hora de referirnos a ciertos temas.
Es el caso de la diferencia entre indio, indígena, aborigen y pueblo originario. Esto muchas veces lleva a ciertas confusiones. Están por ejemplo los que creen que la palabra aborigen no debe usarse debido a que la misma quiere decir «sin origen» o que el término «indígena» deriva de «indigente».
Es por ello que, a fin de terminar de una vez con esta polémica, vamos a explicar los términos más apropiados para dirigirnos a estas comunidades.
1. Indio
Se habla de indio cuando se hace referencia a un habitante de la India, el país asiático. Quien comenzó con la confusión (entre saqueos y genocidios) fue Cristobal Colón, quien como todos sabemos llegó a América por error mientras buscaba una ruta alternativa para llegar a las Indias Orientales.
La palabra, proviene del griego «Indikós», nombre que los griegos le dieron a los territorios de Asia. Los romanos luego llevaron esta palabra al latín y de allí que, miles de años más tarde, se (mal) usó para hacer referencia los habitantes de la América precolombina.
Pero pará, ¿no se les decía hindúes?
Esta es otra confusión muy habitual en el mundo hispanohablante. En este sentido, el término hindú aplica para los practicantes de la religión hinduista, una de las más importantes de ese país (pero no la única).
2. Indígena
Este término se usa para referirse a alguien nativo de un lugar y encuentra su origen en el idioma latín, siendo su significado «de allí». La palabra está compuesta por el prefijo «inde» (de allí mismo) y su raíz «genos», que significa «nacido, parido o generado».
Según la RAE, «un indígena es todo aquel que es natural de un país, provincia o lugar de que se trata», por lo que usar este término para referirse a estas comunidades resulta totalmente válido.
3. Aborigen
Al igual que la anterior, esta palabra también proviene del latín «ab origine», cuyo significado es «desde el origen u originario del lugar que habita». Contrario a la creencia popular, «ab» funciona como preposición y no como prefijo negativo, derribando el mito de que la palabra hace referencia a alguien «sin origen».
4. Pueblo Originario
Se trata de uno de los términos más recientes mediante el cual se intenta «corregir» el uso de la palabra «indio». Sin embargo, la misma está sujeta a un amplio debate a pesar de su cada vez más extensivo uso.
Están quienes consideran que la forma correcta de usar este término es reemplazando «originario» por «autóctono», dado que la primera es bastante genérica e imprecisa ya que no queda claro si el origen al que hace referencia es cronológico, geográfico o cultural.
Por otro lado, se sostiene que esta palabra fue inventada en Estados Unidos para restarle a la palabra «indígena» su carga contestaria y reivindicativa, que adquirió luego de siglos de sometimiento.
Según el semiólogo Jorge Fernández Chiti, en el caso de “pueblo originario” se trata de «palabras que, aisladas, no significan casi nada. Se trata, técnicamente, de una “frase”, que no es personalizable ni singularizable, ya que se trata de un elemento lingüístico que se trasladó de un idioma a otro, en forma mecánica y sin el debido proceso de elaboración semántica que exige la prueba del tiempo para ser expresión natural y propia de un pueblo».