La ultraderecha arrasó en Francia, ganó en Austria y llegó en un sorpresivo segundo lugar en Alemania. Pero el tradicional Partido Popular Europeo conserva la mayoría.
La vieja Europa está mudando de piel. Con una izquierda en franco retroceso, la derecha tradicional se impuso en las elecciones legislativas del domingo en la Unión Europea, pero con un fuerte cimbronazo de la ultraderecha en Francia, Austria y Alemania, que amenaza con condicionar no solo las futuras políticas europeas, sino también cambiar algunos escenarios nacionales.
De hecho, los comicios provocaron un fuerte terremoto en Francia. El presidente Emmanuel Macron quedó contra las cuerdas con el contundente triunfo de la radical Agrupación Nacional (RN), empujado por el joven emergente de la ultraderecha local Jordan Bardella, cuya lista duplicó los votos de la fuerza oficialista, dejando en un lejano tercer lugar al Partido Socialista. En medio de fuertes presiones, Macron disolvió el Parlamento y llamó a elecciones anticipadas que se celebrarán entre el 30 de junio y el 7 de julio.
“Este resultado a nivel europeo va a tener un impacto en la agenda y en los contenidos de las iniciativas de ley del Parlamento”, resumió a TN la directora y representante en la Argentina de la Fundación Política Friedrich Ebert (FES), Svenja Blanke.
Cómo impactará el avance de la derecha radical en la futura agenda europea
En su diálogo con TN, Blanke dijo que las elecciones europeas “dejaron una victoria de la derecha tradicional y, en segundo lugar, un triunfo de la extrema derecha o el populismo de derecha. Este resultado a nivel europeo va a tener un impacto en la agenda y en los contenidos de las iniciativas de ley del Parlamento”.
En ese sentido, señaló que “en el tema migratorio se va a ver una Europa más cerrada a la recepción de refugiados y un impacto en temas de derechos civiles, incluyendo derechos y protección de mujeres y minorías. Hay que ver además cómo se avanza en cuestiones como lucha contra la violencia de género. Esa agenda va a ser mucho más conservadora”, aseguró.
También habrá un impacto en el tema de presupuesto, en especial en dónde se colocan los recursos. “En cuestiones económicas habrá que ver que sucede con la cuestión del estado social”, dijo.
Pero Blanke alertó que la derecha radical europea está hoy dividida. “No son necesariamente partidos libertarios. Hay una gran diversidad. Tienen dos bancadas diferentes”. Ellas son los bloques Conservador Reformista (de la premier italiana Giorgia Meloni y Vox de España) y el de Identidad y Democracia (de la referente de la derecha radical francesa Marine Le Pen y La Liga de Italia).
“Uno es más moderado y otro es más extremo. Resta por ver si habrá una recomposición de bancadas y si van a armar un solo grupo de ultraderecha. Todo depende de cuántas fuerzas quieren acercarse a la centroderecha y cuántas quieren tirar más a la ultraderecha. Eso lo vamos a ver en las próximas semanas”, concluyó.
Fuente: TN