Son las 23 o las 1 de la madrugada, de un sábado o un miércoles, y pintan las ganas de más Coca Cola (porque fanática) o más cervecita (porque sí), el mix 24 horas de la avenida está cerrado, y todo es catástrofe por un instante. Pero no, a un whatsapp de distancia, está el delivery de bebidas amigx que sin dramas ni contratiempos nos acerca algo frío para transitar de mejor modo la noche posadeña.
En el medio de tanto desconcierto, horarios comerciales cambiantes y precios aveces atrevidos, el delivery de bebidas viene a dar una esperanza a les que nos olvidamos de comprar en el supermercado con tiempo o cuando cae visita sin avisar.
Realmente si algo positivo tuvo la cuarentena en estos meses fue que muchos emprendimientos tomaron vuelo y se convirtieron en nuevas necesidades que antes ni sabíamos que íbamos a necesitar.
Por ejemplo, nunca antes compré milanesas por Instagram, ni tortas, ni collares ni bebidas. AC (antes de la cuarentena) no pero DC (durante la cuarentena) sí y seguramente esa costumbré va a durar después que todo esto termine. Capaz llegué tarde a toda esta revolución consumista vía redes pero que ayudan cuando estamos en aprietos, lo hacen y brindo por eso con una bien fría.