Por expreso pedido suyo, al morir el “músico más influyente del rock nacional”, sus cenizas se esparcieron en el río. Sin embargo, lejos de extinguirse, su música es una estela incesante. El padre del Capitán Beto sigue recibiendo premios, homenajes y editando trabajos post-mortem.
El 8 de febrero de 2012 falleció Luis Alberto Spinetta. Su adicción al cigarrillo había desencadenado un cáncer de pulmón en el año 2010 y, ya sin remedio, hace 10 años la muerte se llevó su “alma de diamante”.
Cuando murió Luis Alberto Spinetta, “El Flaco”, tenía 62 años y había editado 376 canciones.
Aunque no era religioso ni creía en Dios, fue un eterno militante de las ideas y un guerrero del espíritu. En 1968, cuando la popularidad lo arropaba en sus mieles como uno de los indispensables de la música nacional, siempre pensando más allá que el común de la gente, Luis Alberto “El Flaco” Spinetta hablaba del filo de la soledad:
“La soledad es un amigo que no está…/ es su palabra que te ha de llegar igual…/ Si es que sus sueños son luces en torno a ti,/ tu te das cuenta,/ que él ya nunca ha de morir,/ nunca ha de morir…”(Tema de Pototo).
Lector empedernido, poeta sin remedio, dos años antes de que le detectaran el cáncer letal, le había dicho a su primer amor de la adolescencia, Cristina Bustamente, la musa inspiradora de “Muchacha (Ojos de papel)” que la filosofía lo había ayudado toda la vida a vislumbrar y programar su propia muerte. Por eso, ya lo tenía todo pensado y, a pedido suyo, sus cenizas se esparcirían en el Río de la Plata.
Ese 8 de febrero de 2012, más que la noticia del día, su desaparición fue el dolor nuestro de cada día. Y las redes sociales estallaron. Anónimos y famosos quisieron, cada uno a su modo, poner en palabras sentidas la medida de su propio vacío:
“Buen viaje, maestro. Que descanses. Y gracias por la belleza” (Iván Noble)
“Muchacho ojos de papel”. ¡En el cielo te esperan! Paz al Flaco Spinetta (Ricardo Montaner).
“El lunes mi papá me dijo: ‘Estoy muy triste, anoche soñé que se moría el Flaco Spinetta’. Mucha nostalgia (Felipe Pettinato).
“Morí sin morir…” dice la letra de Rezo por vos… La letra del Flaco Spinetta (Cristina Pérez).
Aunque sin duda, entre tantos adioses, muchos dieron en el blanco al recordar al Capitán Beto: “¿Dónde está,/ el lugar,/ al que todos llaman cielo?/ si nadie viene hasta aquí,/ a cebarme unos amargos,/ como en mi viejo umbral/ ¿Por qué habré venido hasta aquí?/ si no puedo más de soledad/ ya no puedo más de soledad…” (El anillo del capitán Beto)
El rock de Luis Alberto Spinetta
Con sus tres bandas de los años 60 y 70 (Almendra, Pescado Rabioso e Invisible), las de los 80 y 90 (Spinetta Jade y Spinetta y los Socios del Desierto) y sus trabajos como solista, Luis Alberto Spinetta logró un aporte único a la historia de la música argentina.
Por haber inundado los charts de versos que sonaban a blues, jazz, hard rock e incluso música electrónica, en 1997 la prestigiosa revista Billboard lo calificó “ícono del rock argentino”.
Tiempo antes, la revista Rolling Stone, había considerado que Artaud (1973), era “el mejor álbum de la historia del rock argentino”.
Y para ser justos, habría que enumerar una larga lista de trabajos que ganaron alguna distinción top. Sólo para arrancar, pensemos en Almendra 1, Pescado 2, Kamikaze, El jardín de los presentes, Almendra II, La la la, Invisible, Bajo Belgrano, Téster de violencia, Don Lucero, Pelusón of milk, etc
Y si de temas se habla, comencemos por el himno “Muchacha (ojos de papel)” que fue para Rolling Stones y la cadena televisiva MTV “la segunda mejor canción del rock nacional”.