La Fiscalía de Madrid ha explicado en un comunicado que se han abierto diligencias penales sobre lo sucedido el sábado por un posible delito de odio
Las imágenes de unos 200 ultras marchando este sábado por el centro de Madrid han causado conmoción en España. Los manifestantes recorrieron las calles de Chueca, tradicional punto de encuentro del colectivo LGBTIQ+ en la capital de España, insultando a vecinos y gritando consignas homófobas como “fuera maricas de nuestros barrios” y “fuera sidosos de Madrid”.
Junto a banderas de España, de Juventud Nacional —organización ligada al partido de extrema derecha España 2000— y de la División Azul, también se oyeron gritos como “Aquí están los nacionalistas” o “Sieg Heil”.
En las pancartas que portaban también podían verse mensajes racistas relacionados con la inseguridad y los menores extranjeros no acompañados que hay en la ciudad.
LA DELEGACIÓN DE GOBIERNO HABLA DE “ENGAÑO”
La marcha ultra ha desatado una enorme tormenta política. Y en el centro de esa tormenta está la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid. Dirigentes políticos y ciudadanos no entienden que se haya podido autorizar una manifestación abiertamente homófoba y xenófoba. Algunos exigen que la Delegada Mercedes González dé explicaciones. Otros reclaman su dimisión por haber permitido la marcha.
Ante las críticas a su actuación, la Delegación del Gobierno ha precisado que se había autorizado una manifestación convocada por la asociación vecinal Madrid Seguro bajo el lema “Di no a las Agendas 2030-2050”. Fuentes de Delegación insisten en que no se autorizó ni una marcha nazi ni una manifestación homófoba. Desde la oficina de Mercedes González hablan de “engaño” para señalar la diferencia entre la información que les facilitaron los convocantes y lo que luego sucedió en la manifestación.
Esta mañana, la propia González ha pedido disculpas al colectivo LGBTIQ+ por lo sucedido. A la vez, González ha matizado que “la Delegación no autoriza, solo puede prohibir y no tenía en su mano ninguna posibilidad de prohibir” la marcha del sábado.
REPULSA (CASI) UNÁNIME
La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz, ha tildado las consignas de los manifestantes de “absolutamente rechazables e inaceptables”. En el mismo sentido se han expresado diversas personalidades del PP, Ciudadanos, Más Madrid, PSOE, Podemos e IU.
Santiago Abascal, líder del partido de ultraderecha Vox, ha calificado al grupo de neonazis de “banda de locos y de fanáticos gritando barbaridades que no representan a ningún español”. Pero también ha aprovechado para desmarcarse del resto y afirmar que la manifestación “apesta a cloaca socialista”, en alusión a un posible montaje.
La Fiscalía de Madrid ha explicado en un comunicado que se han abierto diligencias penales por un posible delito de odio por las proclamas homófobas del sábado. La Fiscalía asegura que “ya ha oficiado sendos informes a la Brigada Provincial de Información y a la Delegación del Gobierno para que recaben información sobre si lo acontecido durante la marcha convocada por el grupo Madrid Seguro para protestar contra las agendas 2030/2050 es constitutivo de un delito de odio”.