No hay ventilador de la Placita que aguante este calorazo, que nos da una preview del hermoso verano que tendremos y por ende nos pone a hacer cuentas (¿llegamos o no llegamos este mes para comprar el bendito aire acondicionado salvador o ese ventilador extra?).
Caminar por el centro al mediodía, siesta, noche se convierte en un paseo al son de los aires encendidos por todos lados. Si es de día, los imagino como yo ando, escapando del sol y tratando de aprovechar cada sombrita de árbol y/o de edificio. Mientras tanto, en casa nos bañamos cinco veces al día porque no conseguimos un precio conveniente. ¿Tan caro van a estar los aires?
Para lidiar con esta hermosa estación primaveral vivimos a base de tereré (tan paraguayo como misionero). En casa nunca faltan teres de agua con mucho hielo, tan refrescante, cada tanto le hago espacio al vaso de agua, porque como sabemos: el tereré no hidrata muchaches!
De todos modos, sea como sea, con jugo en sobre, con rodajas de frutas, con yuyos, con jugo de frutas exprimido, con gaseosa, con agua como me encanta a mí, todo es válido a la hora de prepararse un alto tereracho para luchar contra el calor misionero que no tiene piedad.