El mundo del entretenimiento coreano es una industria multimillonaria. Sin embargo, el lado oscuro del K-Pop sigue tomando por sorpresa a muchos de sus fanáticos
‘No todo lo que brilla es oro’ y el K-Pop lo demuestra muy bien. Aunque el pop coreano ha llegado para quedarse, lo cierto es que tiene un lado oscuro del que pocos hablan.
LA ESTRELLAS TRAS VESTIDORES
La industria del K-Pop tiende a esconder detrás del telón muchos de sus problemas. Infinitas horas de entrenamiento, dietas extremas y un itinerario de trabajo que acabaría con el más fuerte hacen parte del lado oculto de esta industria.
Varios miembros de bandas y cantantes individuales, que siempre salen al mercado como un producto patrocinado o financiado por una gran empresa, tienen prohibido hablar sobre los abusos que sufren. Sin embargo, en ocasiones la situación se torna demasiado difícil, y se hacen públicos los más increíbles escándalos.
Esto ha sido así desde que el K-Pop empezó a hacerse exitoso, primero en Corea, después en Asia y luego en el resto del mundo. Una de las primeras bandas que alcanzó la fama internacional fue Big Bang, y uno de sus miembros, conocido como T.O.P, perdió 20 kilogramos en solo 40 días.
Choi Seung-Hyun, nombre real del artista, admitió que durante un mes siguió una dieta a base de agua y gelatina, ya que Big Bang estaba por debutar y su empresa patrocinadora quería verlo sin un kilo de sobra.
Otro caso similar es el de Soyou, integrante de una banda de chicas llamada SISTAR. Soyou comía una sola vez por día, e incluso sus fans notaron que su estilo de vida no era saludable.
‘WHITEWASHING’, ACLARANDO EL LADO OSCURO DEL K-POP
Más allá de las dietas extremas y los ejercicios extenuantes, el whitewashing sigue siendo un tema muy controversial en el lado oscuro del K-pop. ‘Whitewash’ es un término en ingles, y significa cambiar el tono de piel, color de cabello o rasgos faciales de una persona, para hacer que esta parezca más caucásica.
En Corea, la piel clara es bien vista, e incluso es uno de los países en donde más se venden productos cosméticos que aclaran el tono de piel. El ‘whitewash’ de la industria del K-Pop afecta a los artistas coreanos, pero lo hace aún más con los cantantes y actrices que vienen del Suroeste Asiático.
BamBam, miembro de GOT7 y nativo de Tailandia, representa este lado oscuro del K-Pop, que intenta hacer que sus artistas se van más blancos. Kunpimook Bhuwakul, nombre real del cantante, ha mostrado un notorio cambio físico desde su debut. Sus rasgos y tono de piel son diferentes, y por supuesto, no reflejan su apariencia original.
Otro caso similar es el de Lalisa Manoban, también tailandesa y cantante de la agrupación BlackPink. Lisa, como es reconocida en el medio artístico, tenía facciones típicas del Suroeste Asiático antes de debutar. No obstante, ella también cambió radicalmente.
Sin embargo, la industria del K-Pop no se queda allí cuando se trata de alterar la apariencia de sus artistas. Muchos cantantes y bailarines también pasan por la cirugía de doble párpado, la más solicitada en Corea del Sur.
Esta cirugía cambia la forma natural de los ojos asiáticos, que no suelen tener párpado superior, y crea una apariencia considerablemente occidentalizada. La mayoría de las aristas y actrices coreanas tienen esta cirugía, y se considera un requisito para entrar en el mundo del espectáculo.
LOS ACENTOS TAMPOCO DE SALVAN
El coreano es un idioma extenso, con distintos dialectos y variaciones lingüísticas. En Corea, estas diferencias son conocidas como «satoori» y hace referencia a las variantes lingüísticas que hay por región.
En la industria del Kpop, es poco probable que un artista hable con su dialecto nativo, ya que puede ser considerado como algo pasado de moda o difícil de entender. De hecho, el idioma coreano que se utiliza en los medios es el «estándar», el cual se habla principalmente en Seúl, capital de Corea del Sur.
Actualmente, la industria musical coreana está valorada en unos 562.240 millones de dólares, por lo que es uno los modelos de negocios más rentables de Asia.
Sin embargo, el lado oscuro de la industria del Kpop sigue estando presente, y su sombra se extiende sobre cada futuro bailarín, artista o cantante que desee iniciar su carrera en el mundo del entretenimiento coreano.