El hecho tuvo lugar mientras un grupo de profesionales se encontraba realizando uno de los habituales recorridos por el interior de la mencioanda reserva natural misionera.
Mientras realizaban una de las habituales recorridas por el interior del imponente Parque Nacional Iguazú, Misiones, un grupo de guardaparques se encontró con la inesperada presencia de una piara de pecaríes labiados.
Las sorprendentes imágenes que fueron compartidas por los especialistas a través de las redes sociales en las que se puede ver a los animales paseando por el interior de la reserva misionera se hicieron virales en cuestión de unos pocos minutos.
“Durante una recorrida de guardaparques por un camino interno del área Cataratas, avistaron una piara de pecaríes labiados que compartimos con ustedes”, escribió el cuerpo de guardaparques tras el sorprendente avistamiento, en su página oficial.
De mayor tamaño que el pecarí de collar, cabeza y cuerpo de entre 90 centímetros a 1,30 metros, cola de 2,5 centímetros, alzada 60 centímetros y un peso que oscila entre los 20 y los 45 kilos, los pecaríes labiados son una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Jarama que se distinguen otros pecaríes por su coloración.
Los adultos son de pelaje grueso y duro, de color marrón oscuro o negros, con una banda blanca contrastante sobre la mandíbula que se extiende hasta las mejillas, y que le ha dado el nombre de “labiado” y pelo blanco en el interior de las orejas, en tanto que los ejemplares juveniles son de color marrón rojizo y adquieren la coloración adulta al segundo año de vida.
Principalmente herbívoro, también se alimenta de frutos e insectos, utiliza cuevas como refugio en lugares de vegetación intricada, en tanto que su hábitat natural se extiende desde el sur de México hasta el norte de la Argentina, en donde su población cada vez es más escasa debido, fundamentalmente, a la tala indiscriminada de árboles y a su caza furtiva por el gran valor de la carne y de su cuero.