Fueron a almorzar a un típico restaurante en la playa y todo estuvo perfecto hasta que llegó la hora de pagar.
Llega enero y todos pensamos o soñamos con tomar unas vacaciones y qué mejor que en una paradisíaca playa mexicana. Un grupo de estadounidenses pensaron lo mismo y decidieron visitar Tijuana, bien al norte de México y en el límite con Estados Unidos, para “turistear“. Sin embargo, salieron a comer y se llevaron una sorpresa que los desagradó.
Luego de recorrer la zona, los visitantes oriundos de San Diego, en California, decidieron ir a almorzar a un local llamado Vista Bella Terraza al Mar. Allí pidieron varias comidas típicas playeras [como ostiones en su concha y camarones, junto con dos platos de la casa] y tragos como micheladas, que son un típica bebida alcohólica de la zona que se prepara con cervezas mezcladas con jugo de limón, sal y un toque de picante.
Comieron de todo en un restaurante mexicano y se indignaron con la factura
Todo estuvo bien hasta que llegó la hora de la cuenta por un detalle que se les pasó. Tras pedir diez comidas, entre entradas y platos principales, y tres bebidas, el monto total fue de 6.578,50 pesos mexicanos, que traducido a dólares estadounidenses da alrededor de 346 [y que en pesos argentinos equivale a la astronómica cifra aproximada de 35.622].
Más allá de lo que habían consumido y el abultado monto final, lo que los hizo enfurecer fue un “costo extra” al que no están acostumbrados. En el resumen del ticket aparece como “service charge“, que es nada más y nada menos que lo que se conoce en Argentina como propina. Lo que sucedes es que tal y como viene sucediendo en el último tiempo también en nuestro país, ya salía calculada en el recibo teniendo en cuenta un 18% del gasto de los comensales y no era de pago optativo.
Este porcentaje sumaba más de mil pesos mexicanos, lo que equivalía a 52 dólares extra que no tenían contemplados al hacer el pedido. Al notarlo, pidieron explicaciones a los mozos para saber a qué se debía este recargo que habían hecho sin avisarles.
La respuesta los indignó más ya que lo único que obtuvieron fue un: “Acá es así“. El ticket y la historia se viralizaron en las redes sociales y generaron polémica ya que varios señalaron que estuvieron mal en cobrarlo sin avisar, pero muchos se solidarizaron con el trabajo de los mozos de estos establecimientos que suelen estar mal pagados y que dependen de las propinas.