La situación se debe a que las tabacaleras cerraron sus plantas por la cuarentena del coronavirus y no son considerados un rubro esencial.
A causa de la cuarentena por el coronavirus, las tabacaleras cerraron sus plantas ya que los cigarrillos no fueron considerados por el Gobierno como producto esencial.
Ante esta situación, el desabastecimiento de este producto está generando que los pocos que quedan en los comercios se vendan a precios inimaginables: algunas marcas cuestan $500 el atado, ya sea a través de los kioscos o incluso en las redes sociales.