Las redes sociales llevan años repletas de postureo falso. De un estilo de vida utópico y alejado de la realidad. Porque, ¿a quién le interesa ver la cotidianeidad de un lugar pudiendo contemplar playas, paisajes y personas de un atractivo notable? Y a poder ser con filtro. Para que el nivel de perfección sea mayor. Hemos vivido y vivimos en una mentira que ni los propios instagramers se creen.
En China conocen bien esa obsesión por destacar en el panorama digital. Si ya vimos en el pasado sus escuelas para jóvenes influencers, a nadie le sorprenderá (o tal vez sí) saber que han fabricado una ciudad para convertirse en el mejor sitio de fotografía del mundo. Un lugar donde todo es falso. Y el único propósito es servir de decorado y crear momentos perfectos para presumir en redes sociales.
Bienvenidos a Xiapu. La mentira más grande de Instagram.
El condado de Xiapu, un área en la provincia de Fujian en el sur de China, parece como si se hubiera perdido en el tiempo, atrapado en el pasado del país asiático y lleno de paisajes pintorescos y una población que parece haber sido arrancada directamente de otra época. Como si de una película de Zhang Yimou se tratara. Pero todo es un disfraz, un decorado creado por varios equipos de fotografía y actores que se hacen pasar por agricultores y pescadores y brindan a los turistas oportunidades fotográficas perfectas.
Cientos de residentes se han convertido en modelos, mientras que otros trabajan como quemadores de paja (luego volveremos a este punto), guías turísticos y recolectores de entradas. Entre 2008 y 2019, el número de turistas que visitan la región, antes conocida por la agricultura y la pesca, se multiplicó por diez, según las estadísticas oficiales.
En realidad, Xiapu solía ser popular por su vida tradicional, su comida y sus mariscos, pero después de varios años de malas cosechas, la economía sufrió un duro revés y el gobierno local tuvo la idea de “sacar provecho del turismo rural”. Desde entonces, la ciudad se ha hecho conocida por los turistas que acuden a ella para otros propósitos. Pero claro, nada es gratis. Y todo el paripé representado en las imágenes se crea “por un precio”. Todo sea por conseguir una escena preciosa de un modelo con atuendo tradicional remando en un bote o agitando una red de pesca.
Y su inesperado atractivo surge en realidad de un conjunto de factores propios de este momento en China. El país tiene un número creciente de jubilados, que viven más y con más dinero que nunca. El gobierno está fomentando el turismo rural en nombre del alivio de la pobreza. Y en todas partes, hay nostalgia por una forma de vida que desaparece, en un país que se moderniza a una velocidad alucinante.
Creando un mundo de otra época
La mayoría de los visitantes son chinos, pero Instagram, que el gobierno ha prohibido, también está lleno de publicaciones de visitantes extranjeros que quieren ver una China lejana.
En la zona, los guías turísticos conducen a grupos entre pueblos y marismas esparcidas por el condado para encontrar los lugares escénicos que se han preparado como posibles escenas fotográficas. En cada sitio, las vallas publicitarias muestran imágenes que los visitantes pueden emular. Para aquellos que necesitan más “dirección”, las guías gritan instrucciones sobre ángulos y tiempos a través de megáfonos.
“Bajo los árboles, los ancianos caminaban y parecía una película”, señalaba un usuario en Weibo. “Pero la niebla era solo humo de una pila en llamas”.
Durante los meses pico de abril a junio, hasta 500 visitantes por día se amontonan en los autobuses turísticos. En una zona se pagan €3 cada uno para posarse en una ladera de zarzas con vista al agua. Abajo, las redes se envuelven en correas rosadas y verdes para un efecto visual adicional. Los turistas pueden pagar €30 adicionales por un modelo con sombrero de paja para remar en un bote. El guía lo dirige todo con walkie-talkie.
Si bien es cierto que no hay duda de que las imágenes capturadas allí son visualmente impresionantes, muchos críticos se quejan de lo falsa y fabricada que es la experiencia. Algunos afirman que la gente es engañada para visitar y creer que la ciudad es un entorno rural intacto. Y, en realidad, sin los filtros, el lugar es muy común. La playa está sucia y los restaurantes son famosos por estafar a la gente, según algunos usuarios.
Eso sí, la gran mayoría se contenta con abrazar el barniz de artificialidad que envuelve a Xiapu. Muchos turistas y fotógrafos profesionales sienten que ciudades como esta ofrecen increíbles oportunidades para tomar fotografías donde pueden capturar una gran cantidad de imágenes que de otro modo se clasificarían como “esas de una vez en la vida”. Un usuario de Weibo lo resumía así: “Ah, pero en este mundo, a quién le importa si es falso o no, siempre y cuando sea bonito en las imágenes”.